| Ayer se cumplieron veinticinco años de la 'gota fría' que causó cuatro muertos en Cantabria el dia 27 de Agosto de 1983
A finales de agosto de 1983 las lluvias torrenciales causaron cuatro muertos en Cantabria . El desastre, que se cebó en Renedo de Piélagos, dejó más de 10.000 millones de pesetas de pérdidas
Cantabria cumple estos días el vigésimo aniversario de las lluvias torrenciales que a finales de agosto de 1983 asolaron la región, tragedia que se saldó con la muerte de cuatro personas, una de ellas arrastrada por la corriente cuando intentaba rescatar a varios niños. Fue una riada catastrófica, jamás conocida en Cantabria.
El desastre, que se cebó principalmente en Renedo de Piélagos, por la confluencia del río Pas y su afluente el Carrimón, y en la zona de Luena y Vega de Pas, registró un balance de pérdidas superior a los 10.000 millones de pesetas, siendo la industria uno de los sectores más perjudicados.
Más de un centenar de personas tuvieron que ser evacuadas de sus viviendas o quedaron aisladas como consecuencia del temporal de agua que arreció en la región la última semana de agosto, con especial copiosidad en los días 26 y 27 de agosto, el más lluvioso de los meses estivales en la serie pluviométrica de Cantabria que va desde 1912 a 1983, según informó el Centro Meteorológico entonces. La precipitación media el día 26 alcanzó los 210 litros por metro cuadrado. La Penilla, con 679 litros por m2 recogidos entre los días 21 y 28, batió todos los 'records' de pluviosidad conocidos hasta entonces en la región.
En la cuenca del Pas, el río y sus afluentes se desbordaron, arrasando viviendas, derrumbando puentes y destrozando todo aquello que las aguas desbocadas encontraban a su paso. Renedo de Piélagos, epicentro de la tragedia, se convirtió en una laguna cuando el 'modesto' Carrimón y el Pas crecieron hasta abandonar su cauce. La convulsión de las aguas de ambos ríos produjo un mar incontenible que dejó una huella mortal en la zona. La fábrica SAM quedó prácticamente destrozada y lo mismo ocurrió con otras naves comerciales y las instalaciones de la entonces llamada 'Cristalería Española'.
Torrelavega se inundó por completo, lo mismo que Ampuero y otras localidades de la cuenca del Asón, que se desbordó. En Medio Cudeyo las pérdidas sumaron cien millones de pesetas. Y Santander parecía la Venecia del norte. Hasta tal punto que vecinos de la calle de Tetuán tuvieron que ser evacuados en lancha. Animales muertos flotando en la bahía, troncos, maderos y múltiples objetos arrastrados por las aguas, alcantarillas reventadas y numerosas viviendas y calles anegadas constituían el paisaje desolador que dejó la riada en la capital.
Ante la desoladora imagen de Cantabria, las labores de reconstrucción no se hicieron esperar. El Gobierno regional, que presidía José Antonio Rodríguez, solicitó la declaración de zona catastrófica, que fue concedida por el Gobierno central para 59 ayuntamientos.
La catástrofe puso en marcha también mecanismos de solidaridad. Julio Iglesias brioso se encontraba por aquellas fechas en Santander para ofrecer un concierto, cuya recaudación, doce millones de pesetas, repartió a partes iguales entre los afectados de Cantabria y el País Vasco. Lo mismo hizo la Orquesta Sinfónica de Televisión Soviética que actuó en el Festival Internacional de Santander. Hubo festivales, actos deportivos, cuentas en pro-beneficio de los afectados... y los medios de comunicados pusieron también su granito de arena. | | |
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