| «No vamos a abandonar»
ÍÑIGO FERNÁNDEZ | LUENA
El PRC culpa a la oposición municipal de crispar el debate político y de promover maniobras para desalojar de la Alcaldía al actual equipo de gobierno
La distribución de un panfleto resucita la polémica política en el municipio
Cuando un edil de una corporación local denuncia a su alcalde por agresión, este lo niega pero dimite y su sustituto sufre amenazas, pintadas y sabotajes en su vivienda particular, es difícil que cualquier iniciativa política posterior pueda entenderse en términos de normalidad democrática. Siempre aparecerá la suspicacia, el rencor, el recelo y el enfrentamiento personal, necesariamente.
En Luena, todo aquello sucedió en el último año y medio, y ahora la crispación política ha regresado a la vida pública, de nuevo. Lo ha hecho de la mano de un panfleto en el que los ediles del PP (2) critican la actuación de los miembros del equipo de gobierno (PRC) y hacen balance de los dos años de mandato transcurridos desde junio de 2007.
El panfleto incluye críticas a la política de personal, a los gastos ordinarios del Ayuntamiento, a los horarios en los que se celebran los plenos.. y presenta una relación con todas y cada una de las mociones presentadas por la oposición (PP y PSOE), que resultaron rechazadas sistemáticamente por la mayoría gobernante (PRC). «Dicen que gastamos mucho en personal y nos proponen poner una furgoneta para bajar a los vecinos al médico ¿En qué quedamos? ¿Con qué piensan pagar al chófer?», se pregunta el alcalde, José Luis Castañeda (PRC).
«El PP estuvo hasta el 95 y no se hizo nada. Desde el 95 se han hecho caminos, traídas de aguas, de todo. Si antes no había ni ayuntamiento... No son los más indicados para hablar», añade José Ángel Ruiz, alcalde entre 1995 y 2008, y actual teniente alcalde.
Castañeda y Ruiz defienden su gestión: «Las tasas e impuestos están congeladas; la basura la paga el Ayuntamiento, que no les cobra a los vecinos ni un duro; el agua lo paga el Ayuntamiento... La clase de problemas que existen en el valle están motivados por ellos, junto con los señores de fuera que les manejan».
Desde el primer día
Más allá del contenido del panfleto, la tensión acumulada por las denuncias de agresión y la posterior dimisión del anterior alcalde empañan el debate político municipal. Pero Castañeda y Ruiz son claros: «No vamos a abandonar». «Lo han buscado desde el primer día. Han dicho que nos iban a hacer la vida imposible, y si yo mañana me voy, se van a meter con el siguiente», asegura el alcalde.
Por su parte, el edil de Obras explica que «este equipo de gobierno no está dispuesto a abandonar, porque nosotros tenemos un respaldo muy importante que es el Gobierno regional, y tenemos proyectos y obras que no queremos que se vayan al garete».
«La jugarreta ha sido -añade- que, al principio, a este le han querido volver loco y marear, pero como él no se calienta tanto y han visto que no iba a abandonar, han ido a aburrirle a través de la familia».
Próximas elecciones
Con semejante conflictividad, el problema radica en determinar el origen de la crispación política y el método para poner fin a esta situación. Evidentemente, los ediles del PRC culpan por completo a la oposición municipal, integrada por dos concejales del PP y uno del PSOE.
«La rabia que ellos tienen es que no han podido romper el grupo», dice el alcalde. Se refiere a la situación surgida tras la dimisión de José Ángel Ruiz, tras recibir una condena en faltas por agredir al militante del PP Enrique Blanchard. Ocurrió en enero de 2008, y desde entonces viene respirándose la tensión en los plenos, y entre los vecinos.
La otra denuncia, motivada por la supuesta agresión contra José Antonio González, uno de los dos ediles del PP en la Corporación municipal, está pendiente de resolverse en los tribunales.
José Ángel Ruiz no adelanta todavía quién encabezará la candidatura del PRC a las próximas elecciones municipales -en algún momento se ha hablado de que lo hará él mismo-, ni siquiera si se presentará el grupo de personas que actualmente integran el equipo de gobierno municipal, pero tiene claro que «si les volvemos a ganar, no será igual: la situación no será la misma».
En este contexto, el clima que se respira en Luena es de 'campaña electoral', como dice el propio teniente alcalde, para quien «parece que faltan seis meses para las elecciones». El problema es que no faltan seis meses, sino casi dos años, y muchos vecinos de Luena consideran que en los dos anteriores el debate político ha traspasado los límites de lo razonable.
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