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La Audiencia ha confirmado la multa de 1.800 euros que el Juzgado impuso a la mujer del anterior alcalde de Luena, Pilar González, por simular las amenazas que recibió en 2009 su esposo, José Luis Castañeda (PRC), pero señala que una tercera persona intervino en estos hechos "con su consentimiento".
La sección tercera de la Audiencia de Cantabria ha rechazado el recurso de la defensa de la mujer del exalcalde y ha ratificado el fallo del Juzgado de lo Penal número 2 de Santander, que pasa a ser firme.
Pilar González fue condenada por simular un delito, al ser la autora de los dos escritos amenazantes contra su marido aparecidos el 30 de marzo y el 9 de junio de 2009 en su domicilio.
Sin embargo, la Audiencia apunta que la mujer del exalcalde tuvo la ayuda de un tercero en uno de los episodios que protagonizó: la denuncia de una supuesta detención ilegal y agresión cuando circulaba con el ciclomotor por una carretera vecinal.
La Sala recuerda que en ese suceso concreto fue un vecino quien encontró a Pilar González "tirada" a unos tres metros de la moto, amordazada con bridas y con un pañuelo de papel en la boca. Además, tenía la camisa rota y una pintada en el pecho.
Los magistrados de la Audiencia resaltan que la acusada "no pudo hacerse esa atadura" y "precisó" de una tercera persona que intervino "con su anuencia y consentimiento".
Una notaPor lo demás, la Audiencia confirma la resolución del Juzgado y, al igual que en primera instancia, considera que se ha probado que la mujer del exalcalde fue quien colocó el 30 de marzo de 2009, bajo el felpudo de la vivienda familiar, una nota que ella misma había escrito y que contenía amenazas contra su marido.
La sentencia señala que, tras cometer esa acción, Pilar González dijo a su esposo que había encontrado el papel manuscrito y que este debía ser obra de terceras personas, para luego presentar una denuncia ante la Guardia Civil.
Además, se considera probado que el 9 de junio de 2009 Pilar González colocó en los barrotes de la puerta de entrada de su domicilio un segundo escrito amenazante.
La acusada volvió a comunicar a su marido el contenido de la nota y que habían sido terceras personas quienes la habían elaborado y colocado en el lugar donde la encontró, por lo que de nuevo hubo denuncia.
La sentencia añade que, además, unos días más tarde, el 21 de junio de 2009, Pilar González denunció en el cuartel de la Guardia Civil de Ontaneda la "supuesta detención ilegal y agresión" cuando circulaba en un ciclomotor por una carretera vecinal.
Los hechos probados de la sentencia indican que Pilar González formalizó esa denuncia "a sabiendas" de su falsedad y "tras haber escrito sobre su propio cuerpo" los textos: "H.D.P." y "cubrir esto y lo otro".
El Juzgado impuso a la acusada una multa de 1.800 euros, pero su defensa presentó un recurso en el que alegó la falta de motivación de la sentencia y que se habían valorado las pruebas de forma errónea.
Pero la Audiencia desestima ese recurso, en primer lugar porque, a su entender, el fallo del Juzgado contiene "una fundamentación lógica, coherente y suficiente", y no hay falta de motivación.
Los magistrados recuerdan que la prueba fundamental en este proceso fueron las periciales caligráficas que realizaron especialistas de la Guardia Civil, y que concluyeron que la autora de las amenazas fue Pilar González.
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